lunes, 12 de julio de 2010

Dando y perdiendo

Necesito mil kilos de amnesia y olvidarme así de todo.
Acércate, drógame, anestésiame el alma. Esta noche no me golpearé, no haré llorar sangre a mis nudillos contra la pared ni rajaré mi piel para evadir el dolor, hoy seré valiente y asumiré que duele. Duele y es merecido. No enloqueceré gritando, fumaré, mirando las luces temblar al fondo del horizonte, fumaré, luchando contra la gravedad cuando mi lágrima quiera caer y mojar un suelo frío, fumaré, me envolveré en el humo pensando que pudo ser, y no, no fue, pero serlo, pudo.

Me maldigo porque es imposible luchar contra mí misma, o no, porque nada lo es y la fuerza de voluntad podría ser inmensa si la domesticase.

3 comentarios:

  1. Exacto, el Destino no está escrito :)
    Lee la última entrada!

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  2. Todo puede ser hasta que deja de porder serlo...

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  3. sigo pensando que nosotros, las personas, somos el motor que impulsa las cosas, y sigo admirando profundamente a la gente que lucha como tú lo haces.. qué decir, es difícil reconocer el momento exacto de la derrota, el momento en el que uno debe rendirse.. y hasta que uno lo hace se mantiene inmóvil, a pie de cañón firme en su posición.. la verdad es que lo entiendo

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