lunes, 22 de noviembre de 2010

Sol, sal pa' cantar.

Hoy quiero cantar contigo.

Quiero escribir canciones que hablen de paz, de flores y de cometas. Quiero respirar consonantes, alimentarme con vocales, colorear con letras. Sentir que fluimos. Y fluir, como las gotas que se hacen el amor, arrastrándose contra el cristal, una con otra, otra con una. Como las gotas de mi ventana. Canta en la ducha, yo mientras escribiré sueños en el vaho de tu espejo empañado, tararearé los coros de tu canción y silbaré mis sueños en tu ritmo. Y saboreemos el placer de no ser nadie, dejemos que la batería sea el corazón, no queramos fama; cobremos los conciertos con vida, sonrisas y alcohol.
Y que nos persuadan los sueños estúpidos y maravillosos, y no las palabras que regalan promesas vacías. Soñemos sencillo, pero hagámoslo complicado.
Canta con tu amigo hoy, sonríele al mendigo de siempre.
Rechaza eso de "matar el tiempo", porque es una lucha absurda y acabará siendo él quien te mate a ti.
Escribe cartas de amor con la mirada y báñate en las olas que dibujen sonrisas ajenas. Amanece feliz, que yo amaneceré contigo pero en otro lugar.

Lía tus dedos, enreda tu pelo en otro cuerpo. Entendamos las locuras, rechazemos las leyes.

Espabila, coño, que si no sale el sol es porque duerme todavía, que él también se merece un descanso, una juerga, un domingo de resaca entre sábanas. Que si no sale, no es porque no quiera verte.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Los libros de la biblioteca.

Quizás sea una manía pero soy de esas personas a las que les gusta comprarse sus libros, más que "alquilarlos". No hay libros iguales. Pueden hacer mil ejemplares iguales pero, cada libro, envejece con su dueño. Los libros son fieles amigos que, una vez tuyos, se impregnan de tu esencia, sus palabras pasan a formar parte de tu vida, y tu vida, de ellas.

Me gusta comprarlos. Después de leerlos y subrayarlos, guardarlos y recordarlos años más tarde, enseñárselos algún día a mis hijos, a mis nietos, o a mis loquesea.

Pero la economía limita, y ultimamente he tomado la costumbre de sacar libros de la biblioteca, de alquilarlos, vamos.
Esta vez el libro traía consigo una página escrita a mano de algún anónimo y decía:

"Busco el cuerpo de este libro, el regazo que lo acogió. No sé quien.
Pero la "........" de este libro me atrapó la mente, 
también su ideal rostro borroso, 
bajo la niebla de la imaginación. 
Más para el que quiera.
Esto es un juego, como la vida, 
el amor o la guerra.
Lo puedes leer y jugar, o insultarme,
o incluso borrarlo.
¡La insoportable levedad del ser!"


Y te haces mil preguntas cuando te topas con cosas tan sencillas como ésta.

martes, 16 de noviembre de 2010

Desde la Tertulia

Caras conocidas, algunas, otras no. Ojos que gritan poesía, y manos que se deslizan por el papel creando arte, casi sin saberlo, con esa inocencia con la que se crea.
Crear, bonito verbo.
Un escenario vacío que se llena con el eco de las voces, cafés que se alargan, quiero decir, el amargo del café que acaba fundiéndose con el amargo de la cerveza. Y una, y otra, una tras otra.
Tardes rutinarias que se colorean con el humo gris de un cigarro. Música de fondo, de un grupo cualquiera, al azar.

Un corazón dentro del bar, que espera a quien no llega, a quien siempre aparece.

La puerta se abre y se cierra, solo de vez en cuando, desafiando al tímido trámite de la Tertulia.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Un placer.

Cuando la ciudad ya está apagada y los bares han cerrado, con la magia de sus sonrisas dentro,
vuelve a casa.
Vuelve cuando las calles desérticas arropan mares de dudas, y los mares de dudas inundan su vida. Ella, vuelve a casa en ese momento en el que el dorado de farolas y Sol se unen, y cuando las farolas se adormecen lentamente hasta apagarse, se duerme. O finge hacerlo, no lo sé.
Sus pisadas son música para aquel mendigo que la observa desde lejos porque el frío le impide dormir, son música, para el loco que sea capaz de despedirse sin mirar atrás, sin concederse ese último vistazo a su caminar. Última calada de oxígeno. Hasta la próxima.

Ella, es la chica más guapa del baile, la más rebelde de su casa, la más. Pero, no lo sabe.
Es inestable porque baila con la vida. A mí a inestable no me gana nadie, y le pido que me conceda un baile, aunque tropecemos, porque tropezar es tan bonito como quieras que sea, y ella se ríe, como quien subestima un viaje a Marte.

Y te mira, cuando no la ves.

A veces vuela, a veces se corta las alas, a veces la entiendes, y a veces no.
Vive en calma o vive en éxtasis, pero da igual, tú querrás siempre más, ella es pura droga.

Clava sus pupilas en las tuyas, y entonces puedes despedirte del deber porque no te queda más salida que dejarte llevar con la marea de sus ojos, abandonarte a su suerte, que ya es un placer.
Ella también se enamorará alguna vez, creo, y se dejará enamorar alguna que otra más.
Es una chica dura para el mundo, aunque, para ella, lo duro es el mundo. Y como es duro, tú te abrazas muy fuerte a ella, y vuelves a abandonarte a ti mismo. Y Ahora, para ti, lo duro es volver en ti.

Le brillan los labios casi tanto como los ojos, aunque no sé si al mismo nivel que la sonrisa. No quiero que le brillen las lágrimas, pero sé que a veces llora penas con nombre y se moja los pies, y moja al mundo porque con el mundo a sus pies vuelve a casa, después de dejar ronco al rock.


Pero ella no lo sabe. Y es la más guapa del baile, joder, y no lo sabe.

Y sus lunares son las coordinadas que marcan el camino de tu locura, pero, ahora, el placer es enloquecer.
 
Y tú encima de cualquier barra de bar te bebes la octava última copa, y te llenas de preguntas en cada trago.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Fondo y forma de un instante



He sonreído, un cosquilleo adictivo me ha recorrido el cuerpo. 
Se ha dormido mi guerra interna, noto el ondeo de la bandera blanca. El semáforo en verde: vía libre para mi alma. Pájaros que viajan, rodean mis poros y me absorben el estrés.
Droga; flotar entre la inmensidad, rodearme de partículas mágicas e invisibles que me adormecen el malestar. Y las particulitas son simpáticas, activan mi mundo sensorial, y en él todo tiene color. Colores con olor, olores con color. 
-¡Adiós gravedad! Me voy. 
Y ahora estoy girando. Mientras giro el cielo me guiña y las nubes cambian sus formas rápido jugando a confundirme. Juegas con mi ombligo, yo río.

¿Cuánto tiempo pasará hasta que vuelva a sentirme en éxtasis de paz?


Mi abuela, jugando con su nuevo reloj y el sol, jugando a deslumbrarme. Creo que ella también ha reído más que nunca. Lo más estúpido y lo más mágico

martes, 9 de noviembre de 2010

Tú que ves

Que no, no insistas, que mi viento no se cansa de soplar en tus desiertos, pa' menearte las ideas, pa' que sientas lo que siento, pa' que sonrías a mi andar.
Y quiero que sea el movimiento de tus pestañas el tic tac de mi reloj. Y si he de tragar saliva, lo haré y, que en ese dolor me sienta viva. Viva, lo más importante.
Y que mis ganas no se apaguen y que las tuyas crezcan, si han de crecer, claro.
Y ahora quiero gritar, gritarte con las ganas.
Seamos otoño, ni frío ni calor, desnudémonos, las hojas con la ropa, en el suelo. ¿Sabes? El asfalto siempre es más bonito así, y el mármol, también. Bésame, que se muera de frío el café en la mesa mientras, tú, me besas. Y no haré promesas absurdas, pero sí cumpliré los momentos que vivamos, como si promesas fuesen. Y, cumplir, es ser feliz.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Cuéntame un secreto, pero no dos.

Me da miedo, pero lo ansío.
Desnúdame y llévame a ver amanecer desde los rincones de tu alma. La ciudad de tu ser, bajo los leves rayos del sol naciente.
Déjame conocerte, pero no del todo; sin consumirte. Hazme el amor en el rompeolas. La fuerza, la espuma; las ganas, los besos. Y todo fluye, aunque no lo entiendan, aunque a veces quizás ni lo entendamos.
Droguémonos. Entremos en éxtasis de bienestar.
Abrázame y seamos las gotas que, ya llovidas, tiemblan en el cristal, mecidas por un soplo.
Y tú sóplame.
Yo te soplo mi aire, tú lo aspiras. Va limpio, te juro que mi aire ésta vez no contaminará. De verdad. Sóplame el tuyo, quiero respirar tu oxígeno, hacerlo mío y regalárselo al mundo en la siguiente calada. Fuma conmigo. Ahora deja de fumar y dame un beso. Cuéntame un secreto, pero no dos.

viernes, 29 de octubre de 2010

Calles o regreso a casa.

Y lo bueno es que ahora no hay deudas, ni trámites. Aunque sigue habiendo deseos, y a veces embargos de ilusión. Tú, dime que eres hoja, que yo seré aire sólo para mecerme bajo tu ropa. Tú dime que eres aire y me convierto en gota, solo por deslizarme a lo largo de tus canales.
Y no, no quiero ser nube, quiero ser gota, para que me ames en mis ausencias, para que me duelas cuando falte, y me valores cuando llueva. Seré lo que me pidas mientras pidas vida, mi vida.
Luego: olvídate. Y no me busques lejos pues yazco donde "nazco"; nací entre tus brazos. Ahora: búscame. El agua no acompaña y -dices- la sed es pasajera, entonces, ahora, dime porque muero cada vez que no me dañas. He dicho cada vez que no me dañas, sí, y hablo de dolor porque duele lo que importa, sé que si cuentas conmigo, perderemos la cuenta.
Y las veces que te amé, las veces que dejé de hacerlo; ahora son días grises. Ese es el precio. Todo pesa, todo vale, aquella era mi guerra y lo sabías, era: tu vida o la mía.
Lástima que tó' se acabe, jodido ciclo, si al final, el final siempre es el principio.  Bonito precipicio, muy buenas noches y que la vida te acompañe, que la suerte es un veneno que ansía el drogadicto.
Te confieso que a mí, me quedan dos cartas. La primera ya la he escrito. Está, querida, entre tus manos; como un día mi alma, como un día que has borrado, pero sabes y es seguro, que yo espero a que vuelvas, porque allí por el subsuelo, Gea, te regalará de nuevo.

martes, 26 de octubre de 2010

Así, tal cual.

Hoy no tengo ganas de morirme.
Hoy no me da la gana respetar tu protocolo, hoy voy a llover, y quien quiera librarse de mí tendrá que abrir su paraguas, mirarme a la cara y decirme: No, contigo no.
Y jugaré a adivinar el origen de tus coloretes. Difusos, casi rojos, casi rosas, casi sin color, casi en explosión. Eso es, el origen de tus coloretes. Caen, delimitan la felicidad, formas abstractas, formas que me pierden. Llueve de ti, y te mojas de mí. Y el Sol se va, y el sol vuelve, y no importa, no nos importa.

domingo, 24 de octubre de 2010

fuck

A veces prefiero un no está nada mal a un muy bien. A veces prefiero perder, antes que ganar, no me preguntes por qué juego, a veces lo sé y a veces no (lo quiero saber).

Y no pediré que me comprendas, y no te pediré nada. Porque la esperanza no es "lo último que se pierde", es un monstruo que se alimenta fácil y que corroe por dentro; yo ya no quiero decepciones.
Tú, no cambias, siempre igual y con igual quiero decir que, sin duda, en el idioma de las caricias no haces más que arañarme.
Y llámame si te interesa, y si no, desaparece. Pero recuerda que no compartiré tus vicios nunca más, ni seré cómplice de tus delitos, y tú sin saberlo, pero sobre todo, tú sin querer saberlo, me dejarás no llamarte y desaparecer.

lunes, 18 de octubre de 2010

Claro, conciso; jodido.

Esa dependencia tan egoísta que posees me da arcadas. Nadie te da las buenas noches. Y por ésto, me las das tú a mí, esperando que tu móvil vibre esta noche y te amenice la jodida y puta vida. 
Aquí a todos nos ahoga la mierda, ¿queda claro?
Aquí, a todos, por suerte, nos quedan motivos para sonreír. En serio, que no hace falta amar ni ser amado, en serio, que el sexo es como un sugu, no un desayuno. Y lo nuestro es eso, un sugu. Rápido viene, rápido se va. Y no me jodas, no me echas de menos, o sí, pero será solo por un instante, será solo por que se te antoje un sugu.
Espera, paz.
Y tu latido y mi latido aplauden nuestro vaivén, y es bonito, y nada más. Y no, cariño, no me romprerás el corazón. Ya está roto, muy roto. Silencia tu sentimiento de culpabilidad, para mí también eres un sugu. Yo me pido ser tu sugu verde. Tú puedes elegir color también. ¿Ves? Es un juego, juguemos. Follemos.
Y la yema de tus dedos despierta a los poros de mi piel, y sigo viva, porque ansío desnudarte. Y tu saliva se mezcla con la mía, y el sabor es tan placentero que pienso: "sigo viva". Y, ya no queda más ropa que la piel, y estamos bien, y es sólo sexo. 
¿Ves? No hace falta que me des las buenas noches, regálamelas.



*Y odio amanecer para decir estas gilipolleces, pero a veces, me enfado. Sabéis que soy una sentimental, no me lo tengáis muy en cuenta.

domingo, 10 de octubre de 2010

Espera áspera.

Quizás ha llegado el día.
El invierno llegará con su frío, y yo estaré esperándolo; desnuda. Me enfrentaré a él. Y quizás ha llegado el día de aceptarlo, sí, aceptar que todo acabó, y de paso, que ni tan negro ni tan blanco. Pese a ésto, te juro que hay cosas que no consigo entender. La gente no cambia, evoluciona, y yo no sé que coño pasó contigo. Quería decirte que para mí es duro mirarte y no encontrarte, siento que has desaparecido. Tu esencia se ha disipado. Desvaneciste. Y pienso "eras demasiado buena, la tierra te quiso para sí misma y te raptó", y es la única explicación lógica que encuentro, disculpa si molesto.
Espero que seas feliz en tu escondite, en tu nueva vida, y aunque no lo creas, lo espero de corazón. Y búscame en nuestras canciones, y búscate a ti misma.
Yo no te olvido, yo esperaré a que vuelvas. Porque algún día la tierra ha de devolverte, al menos, así debiera ser. Tú, eras algo que cualquier humano debería conocer para entender que la vida sí es bonita. Porque tú, la hacías merecer. Y por eso, sé que la vida volverá a serlo, porque tú, volverás con ella, volverás con la vida tras tu viaje. Porque es eso, es un trámite, estás de viaje y has dejado tu imagen para que echarte de menos sea algo más ameno, y yo, aún te espero.

Buen viaje compañera. Te quiero.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Incoherentemente perfecto.

Mi madre siempre solía decirme que el pesimista, al menos, se sorprende con las buenas noticias y así, su alegría es "doble". A mí se me debió quedar eso bien grabado porque no suelo alentarme con falsos sueños, o al menos eso intento. No sé hasta que punto es sano tener buenos presentimientos, creer que está saliendo el sol y que se avecinan tiempos mejores, pero a veces me dejo enfermar un poquitín y lo hago, me lo creo:

Quizá es el azul de sus ojos, o no. Quizás sea el negro de su pupila requiriendo que clave el mío en él. No lo sé, el blanco de su piel contra el verde de su ropa, contra el gris de su colgante, contra el transparente de su oxígeno. Me cautiva, habla mientras sonríe, coordina el movimiento de los planetas con suavidad, y mi mundo, por tres instantes, fluye. 
Y esos tres instantes son intensos. He de reconocer que después todo vuelve a su caos natural, a su desorden, a su mala cara, a su suspiro inconforme. Me miras y te miro sin querer, y noto como el mundo gira totalmente ausente de la genialidad que supone cruzar la mirada contigo. Y no te conozco, y no me conoces, y a veces mataría por conocerte, y a veces me fascina que seamos solo dos completos desconocidos.

(...)

martes, 28 de septiembre de 2010

Tomar impulso y fluir

En la mente la palabra limitación es relativa.
No sé si existen confines dentro del campo de la imaginación, pero este tipo de lineas que establecen barreras en la vida diaria, no debieran existir en nuestro cerebro, y si existen, quisiera traspasarlas, explorar más allá, e incluso, si es posible, derribarlas para siempre.
Observo y, continuamente nos limitamos: nosotros mismos, el sistema, la sociedad. Da igual, encontramos limitaciones en el camino, y con ésto quiero decir, limitaciones físicas, no mentales, por tanto, la mente es esa especie de mundo libre con el que sueña cualquier persona ambiciosa, con ganas de vida y con ganas de más.
Bajo nuestro cráneo se esconden mil millones de neuronas, conectando entre sí, fluyendo, organizando todo lo que surge en nosotros y en nuestro alrededor. Ellas nunca descansan, ni siquiera cuando dormimos, siguen trabajando, y realmente lo hacen sin límites en ese campo de batalla del soñar. Siguen, interaccionando, sin descanso. Y, es una prueba más de que la limitación en la mente la establecemos nosotros mismos, con prejuicios, ideales, leyes y prototipos que nos encargamos de tatuar a fuego lento en nuestra "lista de cosas adecuadas" que has de tener siempre presente antes de actuar.
Dicen que debemos "contar hasta diez antes de".  No sé hasta que punto estoy de acuerdo, el impulso es algo que nace dentro de nosotros, es algo bello. El impulso es algo que lleva nuestro nombre, nuestro apellido. Él es sincero, conciso, transparente, admirable en cualquier caso. Y sí, no siempre traerá buenas consecuencias pero ha de ser horrible vivir cohibiéndose, temiendo las consecuencias y rezando por no tropezar con las malas. Me pregunto cuantos impulsos frenáis al día.
¿Cuál será la media mundial de impulsos cohibidos por persona al día?. Obviamente, no considero que exista limitación dentro del propio impulso, pues como tal, es ilimitado, y por ello, quizá, a veces, incomprendido.
Y quizás el quit de la cuestión sea ésto, el hecho de que "límite establecido" sea, por definición, miedo a la incomprensión.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pensamientos difíciles

Sopla el viento y yo tengo frío, dejo que esta sudadera me abrace, no sé si por miedo a que podáis leer en mi piel lo que siento, o simplemente porque tengo frío. Tic tac, tic tac. El tiempo no frena.
En mi cabeza ronda un sentimiento que me hace pensar, imaginar, desvariar. Pensamientos difíciles, de ese tipo de pensamientos que necesitas tragar saliva un par de veces para poder digerirlos. Es un pensamiento que hace bailar a todos tus órganos, al son de latidos sin descanso, un pensamiento que tatúa una melodía en tu interior. Y todo da miedo, el baile, la música, y el pensamiento, porque cuando finalmente vuelves a pensar en él quisieras condenarte por ello. Pienso en ese pensamiento difícil y automáticamente quiero archivarlo en el baúl de cosas que no debería pensar, ese baúl para el cual pedimos clemencia al tiempo, a la vida.
Y la sudadera aún me abriga. Me siento mejor, quizás será porque la capucha cubre mis ideas, mis pensamientos difíciles.
Cierro los ojos por si alguien supiese descifrar mis miradas. Aspiro y quisiera tragarme los rayos de Sol para iluminarme por dentro, para desnudar mi miedo, para gritarte, para quemar todo aquello que te molesta, todo esto que me duele.

Y no sé, Dios, no, no, no lo sé. Empiezo a no saber nada, a no conocer como me miras, a no conocerme cuando te miro. Si acaso seguimos mirándonos, a lo lejos.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Hermanos.

Hermano, me parte el alma verte llorar, y me siento tan cobarde por no encontrar las palabras contigo que agacho la mirada, encojo el alma, y te abrazo. Quisiera decirte que de todo se sale, pero a quien voy a engañar, yo sigo asfixiándome, y no sé si tú encontrarás oxígeno en tu día a día, pero deseo con todas mis fuerzas que tu sonrisa no se apague, y que seques esas lágrimas enfrentándote al mundo, a la realidad, a lo jodido. Mataría por evitar tu dolor, moriría con tal de no sentirte triste, porque nunca me había parado a pensar en que tus lágrimas me duelen aún más que las mías. Debe ser la sangre, esa que nos corre por las venas y calza el mismo calibre.

Eh, tú, valiente como siempre.

Mi pequeño poli, te quiero, te quiero con todas mis fuerzas.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Música y luces.

Supe que sería duro, no imaginé que eterno. Y es triste pero, quien un día se equivoca, se pudre con ese peso, y no existe peor castigo.
Rodeada de luces, música y amigos, nada debería fallar, excepto que la sonrisa se oxide, húmeda de tantas lágrimas. Y, este el caso. En mitad de un pub escribiendo líneas que me alivien este vacio.
Llueve sobre nevado en mi cielo particular. Aquí no hay paraguas, salvo aceptar que si se me arruga la ilusión y se corre la tinta de mis sueños es más culpa mía que de la propia lluvia.
Perdonarse a uno mismo es tan difícil como aceptar que eterna no es más que tu huida, a tiempo, así que ha de ser ella tu victoria en nuestra guerra.

Nadie puede calibrar el amor ni evitarlo, y quizás la ironía de la vida sea esa, ser solo dueño de lo único indomable: el corazón

jueves, 9 de septiembre de 2010

Déjame vivir, "merci".

Dejo correr el reloj mientras me pregunto, casi llorando, si nuestros besos seguirán siendo nuestros, me pregunto si cuando regales tus labios a otros labios lo harás de la misma forma en que lo hicimos nosotros. Aquella forma mágica de hacer chocar los deseos, totalmente desnudos y conectándose, fue lo único que nos quedó al despedirnos. Lo añoro, aquello era lo que llamábamos besarnos coloquialmente pero lo que, en realidad, era transportarse a otra galaxia. Que gilipollez, aún espero a que llames, aún duermo abrazando mi almohada fuerte, muy fuerte, como contagiándola a ella de todo esto.

Imaginaos. El corazón es el órgano más rebelde del patio, siempre incumpliendo las leyes, siempre a la deriva, siempre contra la razón, directora del instituto pero profesora de nadie, y así le va, relatando la teoría sin tener ni puta idea de practicarla. Me hace gracia, siempre intenta inculcarnos un deber que ni siquiera ella (la razón, directora) puede realizar. Lo de directora es un decir, aquí quien dirige es él: el corazón. Dueño del patio, dueño, y protagonista, porque la vida está en la calle y no en los despachos del alma. La razón es como ese ente superior que supuestamente existe pero nunca se codea con sus alumnos, por eso, sus alumnos, ni la aprecian ni consideran. La razón es como ese jefe que viste traje y corbata y que nunca se deja caer por la oficina, simplemente garabatea todos los contratos.

La razón, pero, ¿quién coño se rige de una manera razonada?

Respiro, justo aspiro, como suplicando. Aspiro a entenderte, no sé a que estás jugando tú.

martes, 7 de septiembre de 2010

Buen viaje compañera.

Casi pierdo el bus. Allí, sentada, encuentro recuerdos en las calles sin quererlo.
El mundo gira rápido, y yo despacio. He quedado para tomar un café, un café lleno de nostalgia y en silencio pienso que voy a echar de menos a esa persona con la que llevo catorce años compartiendo pupitre, y hoy, nos separaremos durante un tiempo, aunque, durante siempre, no volveremos a compartir pupitre. No sé si me explico, se acabó una etapa, y si algo voy a echar de menos, es a esa chica de sonrisa eterna, eso que el mundo llama "mejor amiga". Londres le espera, y espero que le aguarde grandes momentos y que a su vuelta siga en todo su explendor ese brillo que hace que el mundo merezca más la pena, sí, ese mismo mundo que asesina, envenena y ensucia el mío.

No llueve pero no hay Sol, tampoco habrá Luna esta noche. Hay quien posa sus pupilas en las mías, no sé si se percatan pero ya no quiero seguir luchando por frenar lágrimas en tono sepia, no me importa desnudar mi dolor, echo de menos lo que se fue y voy a echar de menos a quien se va.

sábado, 28 de agosto de 2010

Bla, bla, bla.

Te arrastras por el pasillo, divagando, hacia tu cama. Te desprendes de la ropa, con desgana. Como un robot, te dejas caer sobre el colchón, intentando dejar la mente en blanco, o en rojo, amarillo, o verde, me da igual, pero sin el tú. Intento en balde.
Esta noche hace calor pero abrazas las sábanas arropándote, con todas tus fuerzas, como si te sintieses más segura, totalmente protegida por un mísero trozo de tela.
Miedo, debe ser miedo. Dos, quizá tres, vueltas sobre mí misma, buscando una postura cómoda, una postura que no existe, porque el alma no entiende de comodidades.

Nunca me he considerado valiente, tampoco cobarde, pero a veces el miedo fluye, alimentándome. Es humano, supongo. El mundo no suele ser empático, es fácil hablar, opinar, conocer la teoría, pero el mérito reside en otra historia.
Pensando, he llegado a la conclusión de que establecerse metas no es lo más idóneo, quizá sea mejor dejar la vida fluir, sin rendirse, dejar que todo siga su cauce, lo que ha de ser, será. No establecerse metas no implica no luchar, implica luchar sin obsesionarse, sin obligarse a.
Me jode, me jode que el mundo se dedique a establecer parámetros, límites. No has llorado la historia pero hablas de lo que consideras ético en ella, de lo que no. No hay coherencia en la guerra, y menos en una sentimental. Silencio, pido silencio, respeto.
Tú no has llorado mi historia, tú no has sangrado mi herida.

¿Quién osa a pesar el dolor de una lágrima?

Intentaremos dormir, aunque sea por rutina.

jueves, 26 de agosto de 2010

Morir sin odio

No sé lo que es el odio pero si tuviese que definirlo creo que diría que el odio es un veneno que pudre al que lo late.
Nada es nuestro ni nada no lo es, no sé si me explico. No quiero poseer nada en esta vida, porque ello implica deberes, deberes que no soy capaz de cumplir. Me odio, y sí, debo estar envenenada por ello.
Yo, quiero vivir desnuda. Quien nace gilipollas, muere gilipollas. Yo, fui, y soy, una de esas que nacen como tal, y mueren, sin haber aprendido, como tal.
¿Qué día naciste tú? A veces no sé que día nací, aunque conozco bien la fecha de mi muerte. Para mí nacer es el primer día en que te paras a pensar en lo feliz que eres, y vives, perdidamente cegado de felicidad.
Exagero, probablemente, más de la cuenta. Siempre, todo, lo bueno y lo malo, es demasiado dentro de mí.

Por cierto, al margen de todo esto, hoy, quería recordarme a mí misma que mi vida se escapó en aquel último beso.

domingo, 8 de agosto de 2010

Sin sentido, sin olvido y sin ti.

No me necesitas, pero por favor, no lo repitas.
No lo repitas más.
No vas a llamar, te conozco.
Llevas razón, estoy enloqueciendo, siento que cada canción grita tu nombre, cada línea de lo que leo y cada bocanada de aire que respiro.
No debería emborrachar mis ideas, todo el día dándole vueltas, no, no debería porque eres así, desapareces, como cada gota que resbala por mi piel y se evapora. Apareces, como una estrella fugaz una noche mirando el cielo desde la arena. Apareces, desapareces, apareces, desapareces, como en mi mente cada minuto. Apareces porque no es fácil renunciar al pasado, desapareces porque aspiras a un futuro mejor, es decir, lejos de mí.

Olvido, olvido no son un "puñao de letras", olvido es la accion de borrar lo que más has amado, olvido es hermano gemelo de imposible. Dicen que imposible no hay nada, aunque yo siga sin encontrar posibilidad de olvido y, en caso de que sea cierto, no sea por ser imposible (ya que nada lo es).
No sé si te busco en mis planes, pero te encuentro. No eres obsesión, no eres droga, eres imprescindible, y con esto me refiero a que no puede vivir un humano sin agua, y tú serías mi hache, mi dos, y mi o. En otros términos, yo sí te necesito, y tú no pedirás que no lo repita porque nisiquiera lo sabes, por más que lo grite. Oídos sordos, oídos sordos siempre a lo que no quieres oír. No, no es egoísta por tu parte, es inteligente.
Y no, no es inteligente por mi parte, es egoísta. No me entiendo, yo quiero dejarte volar libre pero no soy capaz. Incapaz. El incapaz sabe que lo es, sabe que debe capacitarse, y no lo consigue, pero creo que el incapaz suele intentarlo para llegar a la conclusión de que, efectivamente, lo es. Me defino como incapaz, pero me defino así tras haberlo intentado, así que, cierto es que es egoísta por mi parte seguir amándote pero supongo que al menos lo intenté, intenté aceptar que tú eres capaz.


PD: No sé si alguien habrá captado mis palabras. Ésto no es más que un torbellino de ideas que me incapacitan a sonreír plenamente. ¿Ideas? En realidad, no recuerdo llamar "ideas" a mis problemas, pero en fin, como digo, escribo sintiendo lo que digo pero sin pensar en la coherencia, porque la coherencia no habita en mis ideas, ni en mis problemas.
Desde la playa, un abrazo a quien lea.

jueves, 5 de agosto de 2010

Playa.

Cierro ese libro.

Está claro que David Martín está enamorado de Cristina Sagnier, pero imagino que

nunca estarán juntos. David Martín se esconde junto a Ignatius B. Samson, que es él mismo. Da igual, es un libro más, me digo a mí misma como quitándole importancia al hecho de haber comprado esa historia que a veces grita mi vida, y eso, que lo cogí al azar. Alzo la vista, aún con el libro en la mano y evado mi mente.

Ya huele a sal, el sol acude siempre puntual a su cita y se esconde tras su montaña, dejándonos sus últimos rayos débiles, luz tenue, insinuando “cortesía de la casa”.

El mar y el cielo se abrazan al fondo, ambos en calma, como sin miedo, dibujando una línea de sueños inalcanzables: horizonte. El mar y el cielo hacen el amor hasta fundirse en un mismo azul, un azul que cualquier tempestad podría calmar.

Cierro los ojos, imagino, quisiera caminar como un trapecista sobre esa línea que llaman horizonte, tentar la gravedad sobre ella y reírme del mundo, como una cría chica, desde allí, desde esa línea dibujada, reírme de todo lo bueno, reírme de todo lo malo. Bailar sobre ella, tentando mi suerte, guiñándole a la vida.

Intento dejar de soñar, imaginar, delirar. Vuelvo en mí. Aprecio como las gaviotas aprovechan que el gentío regresa a casa, nadan y picotean, es su turno. Sigo mirando esa línea, quiero llegar hasta allí, sin pensar me desprendo de mi camiseta, corro, salto, estoy bajo el azul. Es la hora de cenar, ahora puedo salpicar agua al agua sin que se queje el hombrecito del bañador Ralph Lauren, puedo nadar sin preocupación de mojar a la señora del sombrero con gafas que hace como que nada; y lo hago, me siento libre. En la orilla queda algún loco bohemio más, alguna pareja enamorada discutiendo sobre el nombre de esos niños que, tristemente, nunca tendrán, o quizás sí.

Un perro, corre, corre como si fuese la última vez que lo hiciese. Al igual que yo y que las gaviotas, él también aprovecha, es su turno.

Nado sin rumbo como con ansias de encontrar otro mundo, encontrar una excusa para desaparecer de este. Mis labios saben a sal, son lágrimas. Siento como me inundo de recuerdos, los lloro y no me importa. Me sumerjo, hasta tocar la arena con mis manos, y pienso en enterrarlos allí, ojala fuese así de fácil. Pero, estoy feliz.

Salgo a la superficie y sonrío, vivir es bonito, recordar también. Imaginar aún más.

domingo, 1 de agosto de 2010

Las maletas en la puerta.

Digamos que hemos llegado al eje donde comienza casi la "recta final".
Agosto, siempre pasa rápido, fugaz. No quiero apostar por él ni crearme falsas y altas expectativas para decepcionarme después, me conformo con vivirlo en calma, por conformista que os suene, creo que ha llegado el momento de aceptar que necesito un respiro, que toda guerra merece tregua. Yo debería concederme una.

Me voy, para bien o para mal, me voy. Y aunque todos me lo aconsejéis, yo no voy a dejar los problemas en casa porque no quiero encontrármelos al llegar, así que, me voy con ellos en la maleta, eso sí, prometo intentar resolverlos.

martes, 27 de julio de 2010

Recuerda.

Barras de bar, humo, cuerpos desinhibidos; yo también bebí para olvidar.
Después, lloré frente al espejo, nada cambió.
Puse otros dos, a tu punto y final, a la espera de una vez más, una más. Yo nunca quise posar mis labios en el asfalto de tu calle, ni matar mi tiempo regalando mi vida cuando ya no querías vivirnos. No quise asfixiarte con mi oxígeno. Llevabas razón, no puedes evitar no querer, y yo, no tengo derecho a exigirte combustible por tener mi depósito vacío. Eres libre, y así, aprenderé a quererte.
Barcos vienen, barcos se van. Caricias, besos, abrazos, hacia cualquier otro lugar, otro cuerpo ocupará el mío. Te amo, no consigo escapar, hazlo tú. Tú puedes. Huye. Yo no te olvidaré, perdóname.

Quiero verte sonreír, ver como vuelas.
Recuerda: Te amaré, como el dos al siete.


Luna, ámala, no supe hacerlo yo. Luna, solo te pido, guíala. Luna, su vida, ámala y guíala cada noche que existas. Luna, llena o vacía, creciente o no, cuida de quien te cuidó.

lunes, 19 de julio de 2010

Dejemos de divagar en diversos bares.

Y aunque ganaste, me pregunto siempre: ¿Quién condena tus pisadas y limita tu sentir? Realmente, debe ser jodido saber que la respuesta es que ese quien; eres tú mismo.
Escogiste tu camino, dejaré de llorar, pero, antes de que marche, imagínate en un precipicio frente a un infinito océano azul, y sí, estoy a tu lado, a tu izquierda, sé que quieres saltar pero no sin mí. Por eso estoy ahí. Y ahora no me digas nada, replantéate si escogiste o no tu camino.

Puedes engañarte a ti, engañar al resto de la ciudad, incluso, engañarme a mí, pero la verdad es un peso pesado que aplasta cualquier nulo intento de autoconformarse, créeme, lo sé por experiencia.
¿Sabes? Lo feo es el paso de los días en una absorvente e inmensa quietud, lo triste es mirarme al espejo como en búsqueda de mi alma, y encontrar que no brillan, que ya no brillan los que un día brillaron a tu lado, azules.
No, ¡no me pidas que te entienda! ¿Por qué no entiendes tú que el corazón es irracional y dejas de poner leyes al mismo? Dime, ¿te has planteado sentir la vida pasar y saber que no es conmigo? Volar en otros brazos, ¡qué insensatez! Permíteme envolverme de coraje, al igual que sueles hacer tú de corazas, y decirte así que, lo que haces, no es más que una sinuosa forma de joderte la vida, cariño.

La almohada sin tu olor, qué sensación tan vacía. El teléfono muerto, tu voz tan apagada, y la Luna tan sola. Tú, en tu habitación, y yo en la mía. El viento sopla nuestra canción, tú cierras la ventana y abrazas la almohada, gritas por dentro creyendo que nadie te escuchará. Problemas, tienes problemas, y yo estoy aquí, contigo, no busques en barras de bar, sigo aquí.

Pero no, en realidad no, no lo sabes.

lunes, 12 de julio de 2010

Dando y perdiendo

Necesito mil kilos de amnesia y olvidarme así de todo.
Acércate, drógame, anestésiame el alma. Esta noche no me golpearé, no haré llorar sangre a mis nudillos contra la pared ni rajaré mi piel para evadir el dolor, hoy seré valiente y asumiré que duele. Duele y es merecido. No enloqueceré gritando, fumaré, mirando las luces temblar al fondo del horizonte, fumaré, luchando contra la gravedad cuando mi lágrima quiera caer y mojar un suelo frío, fumaré, me envolveré en el humo pensando que pudo ser, y no, no fue, pero serlo, pudo.

Me maldigo porque es imposible luchar contra mí misma, o no, porque nada lo es y la fuerza de voluntad podría ser inmensa si la domesticase.

sábado, 10 de julio de 2010

No diré nada

Gritaréis: "a la hoguera con ella"
Y al contrario de lo que pensáis, no suplicaré si es merecido que arda, ni apagaré mi fuego con lágrimas.

Un día alguien me dijo "todas las bromas tienen algo de verdad".
Llevaba razón. Duele, duelen esas verdades disfrazadas. Duelen y decepcionan, supongo. Claro que me jode, y claro que importa.

Es triste, no me conocen, pero es humano, porque nadie conoce siempre todo.
Absurdo, como que tú pienses lo que piensas, sin más, sin pararte a pensar.
No lo entiendes, ¿verdad?. No lo pretendas, yo tampoco, y en cambio, me da igual.

lunes, 28 de junio de 2010

Idiotas.

Sin coherencia ni lógica, sin pensar. No es justo, no lo es, mil veces no.
¿Quién coño dijo que las palabras vuelan? Las palabras se clavan, muy, muy dentro. Las palabras y las balas, el corazón y las dianas. Inexorablemente conectado, como el amor y el sexo, como el dolor y el amor, como, por mucho miedo que te gobierne al pensarlo, el tú y el yo. Acéptalo, no es más que miedo, no es más que vértigo a ser feliz. Acéptalo, niegas que me quieres porque así es más fácil, y porque tú también te crees esa mierda de que el tiempo lo cura todo. Tú y todos, porque todos acabáis aferrándoos a un puto refrán que no cobija más que un falso alivio, una medicina que acaba envenenándoos, enhorabuena sois expertos en regalar victorias al conformismo.

Tú, todos, y a este ritmo me temo que yo también.
Porque, sin duda, la paciencia tiene un límite y yo ando borracha de la misma, no quisiera vomitarla en tu felpudo cuando me cierres la puerta en mi cara de idiota, idiota, como tú. Tú, idiota, por engañarte, y yo, tan idiota por engañarme creyendo que te engañas.
Idiotas, porque esta historia no es de locos, y la convertimos, poco a poco, en una locura no apta para cuerdos, ni para locos.


Da igual, hoy nadie entiende que el silencio es el grito más profundo, más doloroso y destructivo. Y no, hoy no busco un abrazo incomprendido, porque yo sí acepto que necesito el tuyo, y no me exenta del resto, pero al menos, lo acepto.

viernes, 25 de junio de 2010

La última en casa

Éxtasis. Llévame con él y huyamos. Enrédate, deslízate y eriza mi alma. Lléname de vida, sabiendo que vida eres tú y me corresponde solo una. Sabiendo que una es demasiado y contigo todo fue poco, sabiendo que dependo de las coordenadas que se dibujan cuando fijas tu mirada, y tú, sin aún saber que mi libertad son tus brazos impidiéndome respirar. Quítate el reloj, porque el tiempo me está matando cada vez que decides dejarlo pasar. Quítatelo, despréndete de tus esquemas, porque no se planean los sentimientos, ni se gobiernan. Hazme reír, solo tú puedes. Si me das la mano y me enseñas la Luna, apago el mundo que nos sobra. Mírame y enciende mi mirada. No tengo prisa porque me queda una vida y esperaré hasta que despacio decidas regalarte mis caricias trazando una constelación perfecta, regalándome así, lo único que necesito.

lunes, 21 de junio de 2010

Políticamente incorrecta.

Querido corazón, gracias por ignorar mi voto. Ésto no es más que una puta dictadura.
Jodidamente asquerosa.

La razón no es más que esa voz del pueblo que el corazón ignora, maldito e inútil corazón dictador.
No quisiera someterme nunca más a sus leyes pero me veo irrevocablemente destinada a su cumplimiento. Revoluciones varias, desvariaciones absolutas. Proclamaría una guerra a mano desarmada contra él, mi corazón ante mí y yo dispuesta a destruirlo. Políticamente incorrecta.

No quiero quererte más, en cambio, mi corazón me lo impone, sin más, sin previa consulta. Y yo no quiero más, porque en cada latido que decide dedicar a tu ser, me desgasto.

domingo, 20 de junio de 2010

Ciao, ciao...

Todo llegó y todo pasó.
Hace unos días cerré una etapa de mi vida: terminé bachiller y realizé la maldita selectividad.
Me quité un peso de encima, y nunca mejor dicho porque me siento ligera, como si estuviese flotando.
Aún no me creo que no tenga absolutamente nada que hacer. La sensación está bien, aunque yo no presiento que vaya a ser "el verano de mi vida".
Me conformaré con que sea un buen verano.
Han sido días largos e interminables, ahora solo queda dejar pasar dos o tres días más, conocer la nota, echar la matrícula en Psicología, y que me acepten.

Mientras tanto, seguir viviendo.

miércoles, 9 de junio de 2010

Roto y mil veces roto.

Incoherente, arden mis adentros con el fuego de este frío invernal en plena primavera, no soy capaz de dormir esta agonía, no soy yo misma, ni soy mía.

Y las heridas en mis labios no son más que besos en tu suelo, suelo escuchar al sabio pero no hay consejo útil si ya dispararon el fusil.

domingo, 30 de mayo de 2010

Facultad de Comunicación y Documentación.

Si has llegado a este blog, ha sido por pura casualidad, y por pura casualidad vas a conocer mediante un anuncio a una de las personas más importantes para mí: Ana del Toro Pérez.

Enhorabuena. Continua, continuemos, hacia delante y sin miedo.

sábado, 29 de mayo de 2010

No se preocupe, dispare.

Sé que nadie lo entiende, y he llegado a tal punto de desasosiego en el que ya no me importa si estoy loca o no. Nunca busqué cordura, así pues, no la busquéis vosotros en mí.
¿No entendéis que mi silencio no es más que un grito? Ya no me pregunto porque, ya no me pregunto, porque ya no dudo: es lo que quiero. Y si no soy coherente, solo alagaré en mi defensa que no hay más loco que aquel que no lucha por lo que siente, aunque ésto le hunda en la más mísera mierda.
No quiero más disfraces, no quiero más corazas. La vida es sentir, y sentir, en demasiados casos, implica sufrir.
Sufrir...Ese verbo que tan sólo pronunciar ya duele, pero, si algo sabio he aprendido es que solo con el dolor se aprende, solo con él se avanza.

Aquí me encontrarás, al descubierto y en pleno campo de batalla, condenándome a mí misma, aceptando que dispares; adelante, rómpeme o sálvame según sientas, pero haz algo, porque el silencio no es más que un grito sostenido con forma de interrogación

...y a mí, tu incógnita me está pudriendo el alma, así que, sin pudor cariño, hazlo.

viernes, 28 de mayo de 2010

miércoles, 26 de mayo de 2010

¡Vámonos!


Fin.
Se acabó, me quedan sólo 3 exámenes y los hago PORQUE ME DA LA REAL GANA, osease, subidas de nota.

A la mierda con el bachiller.
Pero eh, poquitas celebraciones, que ahora viene selectividad. Esa palabra que llevo escuchando todo el año día tras día en boca de mis profesores.

Continuemos pues.

lunes, 24 de mayo de 2010

Lo que ya NADIE entiende.

¿Por qué me tildáis de loca?

Al menos soy valiente por aceptar que sigo enamorada de ti.
Al menos, no me aferro a verdades a medias que llenan corazones conformistas.
Al menos, aunque me destruya, mi verdad es plena.
Al menos yo ya no me escondo y lo grito, que si mi vida es un camino, yo tan sólo necesito tu gasolina, porque ya me inyecté otras que me hicieron tropezar.

(...)

Maldito final de bachiller, maldita selectividad...¡malditos libros!
Quiero irme de tapas, emborracharme, tomar café...pero sin presión. ¡Cuando todo ésto acabe no pienso desperdiciar ni un sólo momento!

domingo, 9 de mayo de 2010

Y sigues sin entenderlo.

Débil e indefensa, hoy he sentido como se desnudaba mi alma, soplaba frío glaciar y yo, mirándote sin más, en plena Antártida. Tú no ofrecías abrigo y tus ojos, rehuyéndome, empujaban al océano.

Dos minutos después, al salir, no había nadie en mi calle, el sol, pálido y sin mucha fuerza hacia de mi sombra mi único acompañante. No hacía frío, ni si quiera llovía, pero éste vacío interior hubiese congelado un volcán.

Entiende que, tu casa, es otra dimensión, sin duda vive a otro lado del mundo, ahora frío.

viernes, 7 de mayo de 2010

I Guerra Mundial

Ya te vas y sé que no me queda tiempo, pero no quisiera continuar sin antes recordarme a mí misma que si mi piel fue partitura y la tuya instrumento, compusiste la banda sonora de mi vida, aunque ésto ya no importe, aunque ésto forme parte de tu olvido y de mi maldito y eterno presente dibujado en cada noche de Luna llena futura. Y éste es el problema, éste es mi problema cariño, no consigo trazar las líneas de mi vida sin tu color.
Me siento vacia sin ti, sin combustible pero tampoco destino que alcanzar, así que, ¿qué importa?

Y así, sin más, dejaré pasar mis días, buscando. Buscando en silencio, disimulando la I Guerra Mundial que se desarrolla dentro de mí misma. Así, sin más, jugando a vivir con éste corazón, contra la maldita ley de la gravedad que tanto me achaca contra el suelo, frío y duro, como tú. Como tú, ahora que no nos queda tiempo, claro.
Por eso, yo, me aferro al tú que fue caliente y confortable, el tú que no permitió ni mi sueño, ni mi hambre, ni mi frío, ese tú que quizá ni exista ya.

Las promesas y los sueños se disuelven en el amargo sabor de cada lágrima.
Ahora, me dirijo hacia otra dimensión, la del olvido, y lo hago cabizbaja, con los ojos vendados de falsa ilusión y lo que es aún peor, creo que no llevo el corazón encima y, no quisiera regalarme la mala suerte antes de tiempo, pero en ese caso sería inútil el trayecto, sería inútil mi sumersión en olvidar. No debería pero, deseo tener que retroceder en este camino porque suene el teléfono, y sea tu nombre quien encienda mi noche, seas tú, quien traiga un poco de luz ante tanta oscuridad, porque la Luna se queda contigo, cada noche, no olvides, bajo tu colchón.

miércoles, 28 de abril de 2010

No.

Trapecista. No hay camino ya, sí pasos por inercia.
Gravedad, tú me impulsaste, tú provocaste cada herida grave en mí.
Gravedad, maldito imán. Desde el cielo hasta el suelo, desde el sueño hasta la realidad.
No existe adiós cálido ni corazón vacío. No llores, no llores ni tiembles, no llores cobarde sino fuiste antes valiente.
Siento como queman tus palabras, y así, veo arder mi vida con este inexorable deseo de saltar el precipicio.

Que no, ya no, no permitirás que una gota cambie el océano.

miércoles, 14 de abril de 2010

Largas y eternas noches de estudio

5.04 am.

A mi lado, Candela. Ambas llevamos toda la noche estudiando, sin dormir y por fin llega el ansiado momento. NOS ACOSTAMOS, dos minutos después la oigo respirar profundamente mientras la inspiración golpea las puertas de mi alma, no quiero despertarla pero necesito plasmar lo que siento, el corazón, en cada latido explota, así que un impulso me hace empezar a escribir, de repente, ella hace lo mismo, y así, tumbadas, sobre un frío colchón desahogando nudos en garganta. Ninguna podía dormir sin antes volar. La inspiración NUNCA avisa. No tenía fuerzas, pero no podíamos no hacerlo.

"Con un beso en los labios, un verso en la pluma y un corazón roto. Amor, cuánto duele ser feliz sabiendo que hoy vivir me sabe a poco.

Como poeta sin tinta ni pluma, vaciaste de un sorbo mi Luna. Desintégrame el alma sin miedo, esta noche arranco y golpeo mi ser, grito que no te quiero, y que difícil auto engañarse cuando la verdad sostenía sonrisa en mejillas paralelas, dí adiós; hora de marcharse, confiesa: no pedirás cena, apagaré las velas, dormiré con un resquicio de tu olor, porque nada se olvida, mi vida, volvemos a ser dos, pero recuerda las promesas, tú me dabas alas, pero ellas no vuelan, no permitas que huyan, atentamente siempre tuya."

jueves, 25 de marzo de 2010

Bien, sin más.

Viviendo, con el fervor de un deseo, la paz de una calada.
Aturdida en el tránsito rutinario entre los escombros de mi alma, ahora, vertidos ante ti.
No dejo de preguntarme en que momento me tomé el derecho de soplar tornados en tu desierto, pero las preguntas son efímeras mientra exista tu sonreír a mi compás.
Bebo, disfruto, hoy no busco más.

lunes, 15 de marzo de 2010

2º de Bachiller

Cuando eres pequeñito parece que el cole nunca va a acabar. Cuando estás en la ESO salir en el recreo a desayunar es un paraíso que nunca llega. Cuando estás en bachiller la selectividad queda lejos, pero cuando estás en Marzo de 2010 a pocos meses de ella, te ves sin darte cuenta saltando un precipicio sin paracaídas en el que la caída lleva su nombre: selectividad.

He oído esa palabra tantas veces éste año que empieza a no significar nada y significarlo todo.
Hasta ahora no me había preocupado mucho pero me doy cuenta que a penas me queda tiempo y he de centrarme, pero ¡YA!.

Por un tiempo soy yo quien debería quedar lejos de Vogue, Playmobil, Refugio, Mae West, mi Parque y demás cafeterías que tanto amo.
¿Seré capaz?.
A mí me falta el aire esos fines de semana en los que no me tomo ni si quiera una tapa, tanto es así que llevo dos años sin faltar ni un solo fin de semana a mi cita con la risa y amigos.
No recuerdo y no sé ni si quiera si he conocido esa sensación de pasar encerrada días y días estudiando sin salir, con 20 llamadas perdidas en el móvil y 50 planes tentadores.

A veces me pregunto si de verdad merezco esa fe que ponen en mí algunos.
Pero, allá vamos. Ya casi estoy sumergida, n picado y sin paracaídas, éste es mi sino durante un tiempo, selectividad, impulsarme y emprender mi verdadero vuelo.
Es la recta final de un año crucial, eso supone un esfuerzo, confío en mí.


Odio no tener tiempo para escribir el cúmulo de cosas que me oprimen el pecho y arañan mi garganta, pero así es el año 2010 para una de la generación del 92.

domingo, 7 de marzo de 2010

Entre rejas

Sábado noche, y lo que esas dos palabras conllevan...

Hállome plaza Einstein, en buena compañía. Caminando dirección "un buen lugar".
De repente, en mi cabeza, surje la "grandísima idea" de recortar el camino tirando por unos portales que comunican dos calles, Einstein con nuestro destino. Allí, frente a la puerta, hacemos como que se nos han olvidado las llaves, así que una señora dá paso, y nosotros, muy seguros, como quien pisa orilla en mitad del océano, damos tres pasos hacia delante y dejamos cerrar la puerta sin más.
No podíamos salir.
No había botón para salir por la otra puerta que nos llevaba al buen lugar, necesitábamos una llave que no teníamos. Así que retrocedimos en nuestros pasos, y con una sobredosis de adredalina absurda, reíamos.
Encerrados, cuáles presos, disfrutábamos.
Como si se tratase de un viaje astral, pasados unos minutos, estábamos fuera. Gritábamos, saltábamos, habíamos escapado.

Tuvimos la suerte de tocar al "30 campana" y que abriesen.

Una gilipollez, ¿verdad?. Pues yo sentí la adredalina flotar por mis venas, subía, bajaba...dentro de mí, bailes, saltos.

viernes, 5 de marzo de 2010

Las olas

Hoy, Viernes, llena de ganas de salir y romper la ciudad con cada pisada pero envuelta en la obligación de estudiar, obligación que dudo cumpla, os dejo con un artículo publicado allá por el 2004, en el País, por Manuel Vicent.

"El mar es sólo un conjunto de olas sucesivas, igual que la vida se compone días y horas, que fluyen una detrás de otra. Parece una división muy sencilla, pero esta operación, incorporada a la mente, ha salvado del naufragio a innumerables marineros y ha ayudado a superar en tierra muchas tragedias humanas. Recuerdo haberlo leído, tal vez, en alguna novela de Conrad. Si en medio de un gran temporal el navegante piensa que el mar encrespado forma un todo absoluto, al ánimo sobrecogido por la grandeza de la adversidad entregará muy pronto sus fuerzas al abismo; en cambio, si olvida que el mar es un monstruo insondable y concentra su pensamiento en una ola concreta que se acerca y dedica todo el esfuerzo a esquivar su zarpazo y realiza sobre el una victoria singular, llegará el momento en que el mar se calme y el barco volverá a navegar de modo placentero. Como las olas del mar, los días y las horas baten nuestro espíritu llevando en su seno un dolor o un placer determinado que siempre acaba por pasar de largo. Cuando éramos niños desnudos en la playa no teníamos conciencia del mar abstracto, sino del oleaje que invadía la arena y contra el se establecía un desafío. Cada ola era un combate. Había olas muy tendidas que apenas mojaban nuestros pies y otras más alzadas que hacían flotar nuestro cuerpo; algunas llegaban a inundarnos por completo con cierto amor apacible, pero, de pronto, a media distancia de nuestro pequeño horizonte marino aparecía una gran ola muy cóncava adornada con una furiosa cresta de espuma que era percibida con gritos sumamente excitados: Los niños nos preparábamos para afrontarla: los más audaces preferían atravesarla clavándose en ella de cabeza, otros conseguían coronarla acomodando el ritmo corporal a su embestida y quienes no veía en ella una lucha concreta, sino un peligro insalvable, quedaban abatidos y arrollados. Con cuánto placer dormía uno esa noche con los labios salados y el cuerpo cansado, abrasado por el sol, pero no vencido. La práctica de aquellos baños inocentes en la orilla del mar es la mejor filosofía para sobrevivir a las adversidades. El infinito no existe, el abismo es sólo un concepto. Las pequeñas tragedias de cada día se componen de olas que baten el costado de nuestro navío. La única sabiduría consiste en dividir la vida en días y horas para extraer de cada una de ellas una victoria concreta sobre el dolor y una culminación del placer que te regale. Una sola ola es la que te hace naufragar. De esa hay que salvarse."

jueves, 4 de marzo de 2010

Miedos.

"Tú no sabes una mierda, el miedo no es una definición, el miedo es un soplo en la nuca que te deja sin sangre, que te convierte en un pelele, el miedo..."

¿Cuánto pesa el miedo? ¿Cuánto me pesa el miedo a tener miedo?
Ya conocía la locura inestable
que me caracteriza, y en parte, suelo añorarla si me falta porque me hace sentirme viva, pero, he de reconocer que necesito un stop; es mi turno, debo olvidar a todo aquel que no quiso quererme, para hacerlo yo misma.
El miedo decide jugar contra mis sentidos y me declara, una vez más, Guerra Sentimental. Noto a mis latidos pelear, perder el ritmo, recuperarlo con más fuerza, los noto sangrar, sudar, llorar. Noto la lucha en mi interior, y duele.

Quizá me estalle el alma, el corazón, en una de estas partidas al Risk. Yo sigo pensando que no siempre la retirada a tiempo es más victoria que una derrota envuelta en sudor. El sabor de no haberlo intentado me es tan amargo...

miércoles, 24 de febrero de 2010

David y Goliat, ¿fueron nerviosos?

La mayoría de personas que me rodean, suelen decir, casi siempre, que soy una chica nerviosa. Yo lo sé, no voy a engañarme.
Nunca he querido cambiarlo, ni me lo he planteado, de antemano siempre supe que no podría dejar de serlo. Ser nervioso es un defecto, en toda regla. Es un monstruo que se apodera de uno mismo, y actua.
La mayoría de las veces no hago las cosas como las quiero hacer, me precipito, grito, golpeo, vivo a 200 km/h y muero.
Estoy luchando por matar ese monstruo, esos nervios, esa ansiedad que me bombea, acelera mi ritmo cardiaco, se llena de fuerza y golpea el alma.
Sin embargo, todas las cosas que hago mal por su culpa, compensan un poco cuando lucho por lo que quiero, cuando no freno y me lleno de coraje.

Si hoy vengo a hablar de mí, diré que siempre me había considerado valiente, pero supongo que la vida no me había puesto tantas veces la zancadilla, ahora sé que no lo soy, has leído bien: NO SOY VALIENTE, ni yo, ni tú, ni nadie, al menos no siempre. Sé que puedo llegar a ser tan cobarde, como valiente.
Puedo colocarme una coraza y vivir, sin más, puedo desnudarme el corazón, y dejar que me disparen.
El tiempo me ha hecho ver que todo depende de la fuerza interior que te mueva, no somos más que el efecto de la misma, y sería difícil definirnos, quiero decir que no somos estáticos, dependemos del instante.

El miedo se traduce en cobardía, y hablando de vivir, estoy dispuesta a derrocar mis miedos, a luchar contra ellos, "sin rendimiento posible y al mayor rendimiento"

lunes, 22 de febrero de 2010

De atar.

A menudo me hablan de la teoría, me aconsejan, me guían, teóricamente, por el camino que creen más correcto.
Siempre he confiado en la veracidad de las palabras, en la fuerza y en el poder de las mismas. Pero me pregunto, ¿quién intentó ayudar en la práctica?
¿Por qué mis teoría es tan distinta a la del resto?
O mejor, ¿por qué tenéis unos valores sociales teóricos tan inculcados y tan poco desarrollados en su práctica?

Me pregunto, ¿desde cuándo? Desde que puto instante perdemos la capacidad de sorprendernos, ¿por qué dejaríamos de ser bebés?
No entiendo el poder del conformismo ni lo comparto. Si hablas de lucha, estás loca, y si hablas de lucha sin contrincante, aún más.

Sinceramente, queridos humanos, no sé cual es vuestro cometido en este planeta tierra si no es luchar por lo que amas. No llamen loco al cuerdo, porque la locura es irracional, como nosotros. La razón, la limitación, incluso la coherencia, forma parte de la locura, de la más cuerda locura.
Y si no fuere así, y me equivoco, llamarme loca, que se os llene la boca, de satisfacción, como se me llena el alma al saber que aún me quedan fuerzas por luchar.

No sé, siento que invertimos los valores, los conceptos.

martes, 16 de febrero de 2010

Sin más opción.

Por muchas veces que me caiga al suelo, yo me levanto y sigo aquí.
Sin novedad.
Ahogándome, en medio del océano pacífico sin paz alguna.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El arte ahora se denuncia.

Yo soy de esas personas que va por la calle, casi siempre escuchando música, fijándome en todo, hasta en el mínimo detalle. Ésto tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, como casi todo en ésta vida.

En particular vengo a hablar de algo, y no de mí. Odio los graffitis que ensucian la pared y ponen "One love - RAEK" "MIKELATS" etc., con letras muy extravagantes conectadas con flechas, ¡ah! que conste, hablo de la ciudad, en un sitio abandonado, medio en ruinas, o en la pared de su cochera, que pinte cada cual lo que le venga en gana; hay gente que necesita desahogarse y una vía de escape, es esa.
¡Ah! Otra anotación, hay dibujos con letras extravagantes que están guapísimos (jajaja)

Pero eso no viene al caso, lo que me trae cabreailla y algo indignada es la nueva denuncia a "El niño de las pinturas". Si no sabes quien es, cuando veas una obra de arte por la ciudad de Granada, fíjate, suelen estar firmadas, pero como ojos que no miran corazón que no siente, y quizás no miren clickando aquí puedes encontrar parte de su obra, solo así entenderás lo que quiero decir.

Yo no lo entiendo. ¿Tú si?
¿Cuántas veces no habré reflexionado mirando un dibujo suyo, y, una frase que le acompaña?
¿Quién no se ha parado frente a esa obra de arte que hay en la calle que llaman mesones y conecta con trinidad? Recuerdo que dice algo así como "Te miro a los ojos y me pregunto de que color serán tus sueños, si son amarillos, o rojos, o azules, como los míos. Te miro a los ojos y me pregunto hasta donde llegará ésto si es locura lo que siento, o me siento loco dentro de ello..."

A mí éste tipo de acciones granadinas me indignan, muchísimo. No sé que hay de malo en decorar una ciudad plagada de edificios grises. Quien no quiera verlo, no lo verá.
El término graffitero ya parece despectivo, pero detrás de ese graffiti, hay mucho más de lo que el Ayuntamiento ve.

Acatan la ley pero...¿dónde se dejan la humanidad?

domingo, 7 de febrero de 2010

Así nací.

Cabezota por definición, nadie va a entenderme, ni lo pretendí.
Sin más pretensión que luchar por lo que quiero.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Levantar con el pie izquierdo siendo zurda, genial, tropezar con el derecho no.

Ésta mañana lo primero que ví al abrir los ojos fue a mi mamá. Los cascos de mi móvil me rodeaban el cuello, amenazantes, la emisora de la noche anterior seguía cantándome, así que me he dado el lujo de remolonear en la cama 3 minutitos más escuchando uno de esos temas que siempre suenan en discotecas, programas de TV, radios, etc., temas que por norma general no escucho, pero que una vez al mes, a la semana, o al año, no hacen daño. Prácticamente me he vuelto a dormir, pero "he oído una mirada" desafiante desde la puerta y era la de mi padre, esperaba que me levantase de la cama con cara de indignación (probablemente haya pensado "sí, yo también madrugo y como humano que soy me gusta remolonear pero LEVÁNTATE YA o llegarás otra vez tarde") así que de un salto he llegado al baño, me he mirado al espejo y,y,y,y, notición: HOY NO TENÍA COLEGAS! (colegas: dícese de bultitos rojos con un punto blanco en su extremo más insinuante, coloquialmente conocidos como espinillas, pepes, colegas, omnis, etc.)
Tras mi vasito de leche
"diariotempranero" y el cierre de la mochila (ah no, que ayer ni la abrí...) salgo al mundo exterior. El cielo estaba azul, tenía manchas rosadas, nubes naranjas y podía diferenciar la Luna entre la bruma de las nubes que la rodeaban. Eran las 8:03 (sí, entro a las 8:00) y mientras dejaba fluir la voz de Marwan en mis cascos pensé: "hoy es uno de esos días con ingredientes perfectos para ser un gran día".
Pues no, no lo ha sido, por ahora, claro. Pensándolo mejor, no lo será, al menos no
"un gran día"

Bien, leí en un libro algo que hoy se ha cumplido
y se puede resumir con ésta frase "Los pensamientos envían una señal magnética que está atrayendo hacia ti una señal paralela"
Has leído bien, sí, suponemos con ésta afirmación que existe una ley de atracción entre tus pensamientos y la realidad, ejemplifico con mi día.
Hoy he pensado que iba a ser un buen día, y, exactamente, ha pasado lo contrario. Desde el preciso momento en el que he pensado que iba a ser un buen día, no lo ha sido.
(No quiero quejarme por vicio y dramatizar, no se ha muerto nadie, no ha sido el peor día de mi vida con los momentos más tristes/horribles/desmoralizantes, pero en serio, no ha sido especialmente bueno, nada bueno, cero bueno, nobueno...simplemente, de esos días en los que te sale todo
genialmente del revés, y si eres torpe lo serás diez veces más)


Conclusión: No te fíes, el destino tiene folio blanco, puede pintártelo de colorines y luego rajarlo. Existe un ente que juega contra ti (o contigo, ya que a base de palos se aprende) y es inteligente, primero te hace sonreír para que el llanto/hostia/herida duela más, pero vamos ésto con positivismo, (o con filosofía, como dicen) rey de toda sonrisa, o no, por que pensándolo bien, ¿para qué ser positivo si cabe la posibilidad de que salga mal? ¿No será mejor pensar que va a salir mal, y si sale bien, esa sorpresa/alegría que te llevas?
No, no, olvidad ésto.
Sed positivos...
o no...

Contradicciones en un día de Febrero.

Hinojosa

martes, 2 de febrero de 2010

Sueño e indignación

Son las 10:22 de la mañana, el sueño aún lucha contra mis pupilas, en clase de informática me dedico un día más a ponerme al día en cuanto al séptimo arte, el cine.
Suena una apacible canción, la cual parece jugar a favor del sueño casi derrocando a mis pupilas, pero no, me mantengo despierta.
Últimamente la opinión de los críticos de cine me es totalmente indiferente, nunca coincido con el resto del mundo, debo ser un bicho raro, pero me consuela saber que
a mi madre tampoco le gustó "Un paseo para recordar" y claro..."mal de muchos consuelo de tontos" osease que lo de no tener gusto me viene de familia y no tendría que conformarme con eso, ¿no?
Pero Señores, ¿por qué no dejamos de leer el director y los actores en los créditos y vemos la película? Cierto es, que no suele caer del cielo el prestigio de tu nombre, y que grandes películas coinciden con grandes directores, pero oye, el suelo resbala y hasta "los mejores" pueden caer en la sencillez,en el simplismo de un cine que deja que desear, así como en la falta de magia. Un claro ejemplo, "Los abrazos rotos" de Pedro Almodóvar, genial en su actuación su mano derecha Penélope Cruz, buena idea, una película correcta técnicamente (fotografías, saltos temporales dualistas,...) pero a mí me causó una importante apatía, ésto, claro está, desde mi punto de vista, lo que quiere decir que no tiene porque ser verdad (resalto ésto porque España es un país con libertad de expresión pero os sale humo por las orejas cuando la opinión expuesta es opuesta a la personal).

Y por favor, no confundan sinceridad con osadía.



Hinojosa

miércoles, 27 de enero de 2010

Egoísmo en pequeñas dosis

El egoísmo en pequeñas dosis, es una vacuna; pura medicina.
Siempre he pensado que debemos buscar nuestra felicidad, el instinto de supervivencia en la raza humana es tan innato y tan irracional como en los propios animales, y la felicidad, es un dato importante, porque...¿Quién dijo que no se puede morir de pena?
¿Quéééé? ¡No jodas...! Vale, pues te mintió.
¿A caso quieres tú morir de pena? No, ¿verdad? Entonces, ¿Por qué no dejas de lamentarte por lo mal que te trata y lo mandas a tomar por culo?


PD: 3 minutos después de escribir eso, mi conciencia a su antojo me suelta un "Carmen, no deberías aconsejar algo que tú no sabes llevar a la práctica"

Conclusión: Hoy por ti, pero también por mí, mañana por mí, pero también por ti...
Mi felicidad se basa en que la gente que me importa esté feliz, sí, pero no basta solo eso por bonito que suene...


Hinojosa

lunes, 25 de enero de 2010

"A veces..."

A veces la vida no te da un respiro, a veces la vida te asfixia y hace de tus días una cuesta hacia arriba sin final.
A veces las farolas de mi calle se empeñan en amanecer fundidas, a veces no necesito farolas, ni si quiera a altas horas de la madrugada por que mi día irradia luz propia.
A veces soy gigante y a veces tan pequeñita...
A veces quiero volar y, aún sabiendo que la caída en picado está asegurada, me elevo, en cambio, a veces y solo a veces, no encuentro fuerzas para dar un paso, ni hacia delante ni hacia detrás...

Hay días que desearía no despertar, pero aún así, las ganas de vivir a veces están y a veces también.


Hinojosa

miércoles, 6 de enero de 2010

The reader (El lector)






Stephen Daldry (2008) "The Readers"





Gran parte de las horas muertas que suelen tener mis navidades, éste año las he invertido en ver películas, ha sido una buena opción, pero no sé porque me he fiado tanto de las recomendadas, pues casi en su totalidad me han decepcionado, me han dejado con un sabor agridulce y con esa odiosa sensación de ver los créditos descender y pensar por dentro: “¿Y ya está?”

Por suerte hoy, a pique de terminar las vacaciones, “The Readers” me ha conmovido, he visto caer los créditos de la mano de dos lágrimas.

No, no es una gran película, quizá está algo descompasada, la temática principal es una miscelánea, basada en un principio en la historia de amor da un salto brusco hacia el holocausto judío, pero la sensibilidad con la que está filmada no deja indiferente a alguno. La banda sonora, un exquisito regalo.


Mañana vuelvo a la rutina, aún no ha sonado mi despertador pero ya estoy maldiciéndolo.



Hinojosa

domingo, 3 de enero de 2010

Buenas noches

2010.
Un nuevo año, un año más y un año menos.
Quizás la nostalgia de éstas fechas me invita descaradamente a abrir un blog, quizás un cúmulo de sentimientos atragantados, o quizás en cambio, solo sea un mero antojo y mañana no vuelva a abrir ésta página, sea como sea, así empieza.

Llueve; amo la lluvia tanto como la odio, me angustia tanto como me calma. El saber que después saldrá el Sol me reconforta.
Tenía miedo, pero tras tiritar durante horas
, el calor vuelve, al menos por hoy.




















Hinojosa