jueves, 26 de agosto de 2010

Morir sin odio

No sé lo que es el odio pero si tuviese que definirlo creo que diría que el odio es un veneno que pudre al que lo late.
Nada es nuestro ni nada no lo es, no sé si me explico. No quiero poseer nada en esta vida, porque ello implica deberes, deberes que no soy capaz de cumplir. Me odio, y sí, debo estar envenenada por ello.
Yo, quiero vivir desnuda. Quien nace gilipollas, muere gilipollas. Yo, fui, y soy, una de esas que nacen como tal, y mueren, sin haber aprendido, como tal.
¿Qué día naciste tú? A veces no sé que día nací, aunque conozco bien la fecha de mi muerte. Para mí nacer es el primer día en que te paras a pensar en lo feliz que eres, y vives, perdidamente cegado de felicidad.
Exagero, probablemente, más de la cuenta. Siempre, todo, lo bueno y lo malo, es demasiado dentro de mí.

Por cierto, al margen de todo esto, hoy, quería recordarme a mí misma que mi vida se escapó en aquel último beso.

1 comentario:

  1. Me gusta cuando te pones más trascendental :P por así decirlo.. se te nota la renovación de aires.. y me has motivado para escribir a mí tb :P

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