jueves, 10 de mayo de 2012

Hueles a olor.

Es Jueves, pero hoy te acuerdas de los domingos de asfalto y viernes de palomitas. Hay olores que te transportan a otro lugar, a otro tiempo, a otras sábanas y a algún que otro pretérito. El olor es un perfecto pretexto.
Está bien viajar, pero de vuelta a la realidad, tu madre empieza a quejarse de sus arrugas y tú ya planchas las de tu jersey. El tiempo pasa, no perdona, donde vivías tus recreos hoy tumbas deseos en horizontal,y tumbarse, a veces, duele, sobre todo si se te tumban las ganas también.
Puedes cambiar los jardines por los quintos y sentir casi lo mismo, pero la infancia te ve desde lejos envejecer. Lo sabe todo. Nunca deja de mirarte, muy a lo lejos, deseando un segundo más contigo, o tú con ella, no lo sé.x
No da miedo, supongo que no -envejecer digo-. Un hogar es siempre un hogar, con y sin apellido que lo llene, solo cambia su color. "Papá trabaja igual que siempre, pero parece más cansado, antes se enfadaba más que ahora, y no sé si me alegro."
Un día comprendí que era necesario gritar en casa, solo muy de vez en cuando, para romperme las cuerdas vocales sin romper lo que me rodea. Para romperme, y tener que conocer mi propio puzzle. Para que me escuchéis.
Sé que la cocina es una pequeña jaula del trastero.
Por cierto, quería decirte que odio los trasteros, huelen a húmedo, además, me traen malos recuerdos.
A veces volverías atrás por volver a ser, una vez más.

En fin, ojala algún Martes huela a palomitas, porque hoy, querida vida, solo me hueles a olor.
¿Sabes? A veces yo también me echo de menos Mamá.

martes, 17 de abril de 2012

Sin, sentido; con, contigo.

Me dejas los lunes para echarme de menos los domingos, te balanceas en tus martes sin piedad de mis miércoles, vuelves los jueves y pienso que me guiñarás tu viernes, pero sólo algún sábado consigo quedarme en tu domingo. Vuelve el lunes; te vas con él.
Maldito ciclo mortal que me da vida.

Pienso en ti sobre las aceras de otras ciudades, porque pienso que allí podríamos empezar de 0, cuento hasta diez y recuerdo que a veces, uno más uno, no somos dos.
Ya lo saben, hay sumas que te restan. Y tú eres mi suma favorita, aunque no me des resultado.
Tú y tus extrañas matemáticas, yo y mi dolor de cabeza.


Quizás le falta sentido y por eso te siento tan conmigo, tú puedes ser cuerda que yo seré tu -loco- sonido.

Recuerda que no me duele más que a ti, estoy bien, cada vez que tropiezas me convierto en abrazo. 

lunes, 9 de abril de 2012

P. 365

P. 365
Me conformo con la estúpida sensación de pensar a tu lado, me ladeo cuando jadeas, por la inercia que provoca tu espalda. Tengo tu boca tan lejos que puedo recordarla con intensidad. Te llevas mis abrazos en la maleta, siempre encendidos, por si se acerca la tormenta. No olvides que con ellos puedes naufragar, con los -tan nuestros- abrazos.
A veces maldigo tu cara del imán, tan cerca, casi apunto de fusionarme con ella. Conozco tu ombligo, y puedo girar sobre él, es cuestión de equilibrios, y este es mi favorito.
Quiero conocerte porque me gusta el nosotras en silencio. Sé que cuando me oyes gritar me tiemblas por dentro, no puedo sentirte mía pero sí conmigo.
Nunca me encantó tanto caerme, aunque hoy quiera levantarme.
A veces quiero guerra, a veces paz, te quiero y a veces solo olvidar.
Me desquicias con tu vicio, eres mi perfecta ración, debería admitir que llevabas razón.
Eres mi accidente favorito, podrían multarme por excesos.
A veces me balanceo porque me gusta tu vértigo.
Mejor que sea solo a veces, ¿no?
Libre, para ser lo que eres, así te conocí y así te quiero.