lunes, 9 de abril de 2012

P. 365

P. 365
Me conformo con la estúpida sensación de pensar a tu lado, me ladeo cuando jadeas, por la inercia que provoca tu espalda. Tengo tu boca tan lejos que puedo recordarla con intensidad. Te llevas mis abrazos en la maleta, siempre encendidos, por si se acerca la tormenta. No olvides que con ellos puedes naufragar, con los -tan nuestros- abrazos.
A veces maldigo tu cara del imán, tan cerca, casi apunto de fusionarme con ella. Conozco tu ombligo, y puedo girar sobre él, es cuestión de equilibrios, y este es mi favorito.
Quiero conocerte porque me gusta el nosotras en silencio. Sé que cuando me oyes gritar me tiemblas por dentro, no puedo sentirte mía pero sí conmigo.
Nunca me encantó tanto caerme, aunque hoy quiera levantarme.
A veces quiero guerra, a veces paz, te quiero y a veces solo olvidar.
Me desquicias con tu vicio, eres mi perfecta ración, debería admitir que llevabas razón.
Eres mi accidente favorito, podrían multarme por excesos.
A veces me balanceo porque me gusta tu vértigo.
Mejor que sea solo a veces, ¿no?
Libre, para ser lo que eres, así te conocí y así te quiero.

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