jueves, 9 de septiembre de 2010

Déjame vivir, "merci".

Dejo correr el reloj mientras me pregunto, casi llorando, si nuestros besos seguirán siendo nuestros, me pregunto si cuando regales tus labios a otros labios lo harás de la misma forma en que lo hicimos nosotros. Aquella forma mágica de hacer chocar los deseos, totalmente desnudos y conectándose, fue lo único que nos quedó al despedirnos. Lo añoro, aquello era lo que llamábamos besarnos coloquialmente pero lo que, en realidad, era transportarse a otra galaxia. Que gilipollez, aún espero a que llames, aún duermo abrazando mi almohada fuerte, muy fuerte, como contagiándola a ella de todo esto.

Imaginaos. El corazón es el órgano más rebelde del patio, siempre incumpliendo las leyes, siempre a la deriva, siempre contra la razón, directora del instituto pero profesora de nadie, y así le va, relatando la teoría sin tener ni puta idea de practicarla. Me hace gracia, siempre intenta inculcarnos un deber que ni siquiera ella (la razón, directora) puede realizar. Lo de directora es un decir, aquí quien dirige es él: el corazón. Dueño del patio, dueño, y protagonista, porque la vida está en la calle y no en los despachos del alma. La razón es como ese ente superior que supuestamente existe pero nunca se codea con sus alumnos, por eso, sus alumnos, ni la aprecian ni consideran. La razón es como ese jefe que viste traje y corbata y que nunca se deja caer por la oficina, simplemente garabatea todos los contratos.

La razón, pero, ¿quién coño se rige de una manera razonada?

Respiro, justo aspiro, como suplicando. Aspiro a entenderte, no sé a que estás jugando tú.

3 comentarios:

  1. Cada beso en cada labio es diferente,esa conexion no volvera a existir con nadie de la misma formar,desde un lado "optimista".
    Te quiero.

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  2. Sin duda, es lo que más me ha llegado de todo lo que te he leído hasta ahora.. Me ha flipado esto: " Aquí quien dirige es él: el corazón. Dueño del patio, dueño, y protagonista, porque la vida está en la calle y no en los despachos del alma" Guau.. perdemos (y con perdemos lo que realmente quiero decir es "pierdo") demasiado tiempo asustados por lo que la razón nos indica que está mal, y no sé de nadie que haya tomado las decisiones más importantes en su vida guiándose por ella sólo. Mira, sé que soy una contradicción humana, pero una y mil veces más me recuerdas que la vida no es razonable, que hay que hacer lo que nos sugiera la intuición (oséase: corazón).. pues de lo contrario pasamos a ser seres vivos, entes, individuos.. y nos olvidamos de lo que es ser personas..
    En fin, gracias; sé que parece raro, pero a veces las respuestas están más cerca de lo que una piensa.. :)

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  3. La razón es una pamplina, es la mejor excusa para tratar de ignorar al que realmente es el jefe... el corazón. Él si que manda y lo sabe todo. Pero claro... como nos duele lo que nos dice... llamamos a la razón... ¿y qué va a hacer ella frente a las órdenes de un jefe tan absoluto?

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