viernes, 19 de noviembre de 2010

Los libros de la biblioteca.

Quizás sea una manía pero soy de esas personas a las que les gusta comprarse sus libros, más que "alquilarlos". No hay libros iguales. Pueden hacer mil ejemplares iguales pero, cada libro, envejece con su dueño. Los libros son fieles amigos que, una vez tuyos, se impregnan de tu esencia, sus palabras pasan a formar parte de tu vida, y tu vida, de ellas.

Me gusta comprarlos. Después de leerlos y subrayarlos, guardarlos y recordarlos años más tarde, enseñárselos algún día a mis hijos, a mis nietos, o a mis loquesea.

Pero la economía limita, y ultimamente he tomado la costumbre de sacar libros de la biblioteca, de alquilarlos, vamos.
Esta vez el libro traía consigo una página escrita a mano de algún anónimo y decía:

"Busco el cuerpo de este libro, el regazo que lo acogió. No sé quien.
Pero la "........" de este libro me atrapó la mente, 
también su ideal rostro borroso, 
bajo la niebla de la imaginación. 
Más para el que quiera.
Esto es un juego, como la vida, 
el amor o la guerra.
Lo puedes leer y jugar, o insultarme,
o incluso borrarlo.
¡La insoportable levedad del ser!"


Y te haces mil preguntas cuando te topas con cosas tan sencillas como ésta.

1 comentario:

  1. Qué curioso haberte encontrado eso.. nunca se sabe dónde puede uno dejar una pequeña huella :)!
    A mí me pasa igual con respecto a los libros, pero últimamente, por esos motivillos económicos que has nombrado, tb tengo q sacarlos de la biblioteca o pedirlos prestados.. supongo que tb tiene su encanto, pero nada comparado con poder guardar un libro en tu estantería y ver que es tuyo y sólo tuyo; que probablemente hay miles de personas que ya han conocido esa historia, pero no sé por qué una siente que fuese la única partícipe de ella. En fin, una sensación especial, la verdad :)

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