lunes, 22 de febrero de 2010

De atar.

A menudo me hablan de la teoría, me aconsejan, me guían, teóricamente, por el camino que creen más correcto.
Siempre he confiado en la veracidad de las palabras, en la fuerza y en el poder de las mismas. Pero me pregunto, ¿quién intentó ayudar en la práctica?
¿Por qué mis teoría es tan distinta a la del resto?
O mejor, ¿por qué tenéis unos valores sociales teóricos tan inculcados y tan poco desarrollados en su práctica?

Me pregunto, ¿desde cuándo? Desde que puto instante perdemos la capacidad de sorprendernos, ¿por qué dejaríamos de ser bebés?
No entiendo el poder del conformismo ni lo comparto. Si hablas de lucha, estás loca, y si hablas de lucha sin contrincante, aún más.

Sinceramente, queridos humanos, no sé cual es vuestro cometido en este planeta tierra si no es luchar por lo que amas. No llamen loco al cuerdo, porque la locura es irracional, como nosotros. La razón, la limitación, incluso la coherencia, forma parte de la locura, de la más cuerda locura.
Y si no fuere así, y me equivoco, llamarme loca, que se os llene la boca, de satisfacción, como se me llena el alma al saber que aún me quedan fuerzas por luchar.

No sé, siento que invertimos los valores, los conceptos.

1 comentario:

  1. Invertimos los valores,
    pero invertimos muy poco tiempo en pensar antes de hacerlo, hay puede estar uno de los errores.

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