jueves, 10 de febrero de 2011

Coordinación


"Tengo miedo, abrázame".

Ni siquiera me miró. No le temblaron los párpados para evitar mirarme, porque no quiso hacerlo, ni lo intentó.

“Está huyendo, lo sabes.”

Sigo teniendo miedo; fuera llueve demasiado. No sé si me espera.

“¿Dónde estás?”

He perdido el norte en tu habitación para poder vivir al sur de tu mano, y ahora me llamas desde el oeste diciéndome que quieres viajar al este.
Quiero ir contigo –grito- mientras cuelgas el teléfono.

Camino sin rumbo, buscándote mientras guardo arena para llenarte el reloj, desafío la gravedad para que nunca marque la hora de despedirnos pero no sé si has decidido huir.

A veces me odia...
A veces me odia…
A veces me odio,
a veces odio que me odie,
nunca odio odiarme: me lo merezco.

No llamará; siento frío; como un whisky sin hielo.
No dice nada porque nada tiene que decir, y su silencio juega contra mi fuerza, quiero volar y vuelve a ganarme el pulso ese silencio que congela. Tiemblo, sola, tiemblo.

Sobre mi piel descansan mis sueños y se evaporan cuando deja de rozarme, cuando odia rozarme, cuando desearía no haberlo hecho jamás.

Cree que no siento cuando tropiezo con mis miedos; cuando me levanto es tarde. Continuamos sin cicatrizar heridas. Siempre caigo, siempre yo.

Coordinemos los latidos, sólo eso mi amor…


No estoy llorando, no voy a llorar más, además, está lloviendo así que no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa, no importa…

2 comentarios:

  1. no importa, no importa, no importa, no importa... (una canción de fondo y la piel de gallina)

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  2. Coordinemos los latidos, sólo eso mi amor…

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